La idiosincrasia de los niños ingresados en hospitales públicos es, en la actualidad, muy diferente. Están enfermos y pertenecen a familias que viven al límite. Por los estudios realizados Pallapupas concluye diciendo que, de los 37.500 niños visitados en 2018, 11.000 pertenecen a familias marginadas. Este porcentaje le obliga ahora más que nunca a construir y mantener su profesionalidad.
Pallapupas sigue un programa de formación profesional continua intensa y completa, construida sobre los pilares fundamentales del payaso de hospital: la escucha activa i la empatía, la improvisación personalizada haciendo servir el teatro y el humor; el trabajo en equipo con el equipo médico y prácticas sanitarias de higiene y aislamiento. Dentro de este programa de formación está incluido el servicio de soporte psicológico donde se trabajan los casos en que el Pallapupas se ha visto afectado emocionalmente por lo que ha vivido y la supervisión para analizar las capacidades individuales de cada uno de ellos.
Gracias a este acuerdo de colaboración, Pallapupas podrá prepararse para afrontar la nueva realidad de los hospitales públicos de Cataluña.
Nuestros queridos Pallapupas en acción.